sábado, 5 de marzo de 2011

Silencio...


El volver a cursar el cielo y regresar al único espacio que me pertenecerá lo que quiera durar esta vida, no ha vuelto a ser una travesía, más sí un punto en mis decisiones y sin aviso alguno. Necesitaba que fuera así. Ser participe solitario de aquellos caminos y lugares que en mi compañía disfruté sin imaginar que los dejaría atrás sin condición.
Entre ellos se cruza un lugar que no dejo de mirar como tantas veces lo hice, uno donde se quedaron las primeras razones de un viaje imprevisto, en el que pretendí volver real un sueño, y con el que acechaban otros sin permitirme dejarlos atrás.
Ahora aquí, frente a él, no puedo creer que ha pasado tanto desde la última vez, es tan extraño, como si no se hubiera perdido el tiempo y detenido justo aquí; aunque no del todo porque hay algo diferente que no ha podido permanecer, que se escurrió sin dejar más rastro del que ha ocupado en mis recuerdos.
Faltas tú, la otra mitad de un alma ya perdida que no puede ir al compás de los latidos incesantes de un corazón anidado aún en mi pecho de hojalata.
Quisiera poder proyectarlos y regresarte al único espacio que me permitió ser parte de tu mundo. Volver al instante aquel en el que nuestras miradas se cruzaron, nuestros cuerpos se juntaron, tus labios me regalaron una sonrisa y el tono de tu voz calaba mis sentidos sin formar parte de un auricular. A aquel pequeño lapso de tiempo en el que te hice mía sin permiso.
Si bien estos recuerdos son lo único que me ha mantenido en pie, jamás colmarán estas ansias y mucho menos sosegar el anhelo de mis ojos al buscarte en tantos sueños perdidos.
Por ahora sé que mi silencio es más importante, el cual solo hace que ría por el atropello que se lleva en mis adentros; porque podré mantener en stop tanto sentimiento aquí afuera pero no esperes que los controle en el espacio en el que al parecer no tengo voz.



11 comentarios:

Verónica dijo...

El silencio debe ser tambien roto por nuestras palabras.

besotes de esta peke.

Alphard dijo...

Sí, debe ser roto, pero en mi caso pierdo más de lo que gano rompiendolo.

Gracias por pasar, Verónica. Hace mucho que no tenía por aquí. Fue bueno encontrar algo tuyo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo igual opino que el silencio debe romperse y no sólo con palabras, una risa puede bastar.
Si hay quienes no valoran lo que decimos, no merecen el esfuerzo de nuestra atención.

Alphard dijo...

Yo no dejo de pensar lo mismo; los gestos sin palabra son lo que más debe ser valorado.
Todos merecen un esfuerzo aunque ahora no lo valoren, porque algún día se darán cuenta de la falta de ese valor, y te valoraran más por hacerlo a pesar de todo.

Anónimo dijo...

Hay gente que aferrada a sus ideales y con el estandarte de su verdad no dan tregua al consejo. Seres a losn que las palabras no los tocan ni por equivocación o personas que van por la vida aferradas a escuchar una sola voz.
O a veces pasa que cuando el sentimiento no es mutuo todo lo que tratamos de decir y dar a entender se mal interpreta y más que carecer de valor, se vuelve inválido.

Si bien es cierto que nada es imposible en esta vida, siempre hay que saber cuando y por quién es necesario un esfuerzo.

Ser un verdadero guerrero no necesariamente implica vivir en batalla sin desistir. A veces debemos aprender a reconocer cuando llega el momento de retirarse (no de rendirse).
Lo desafortunado del asuunto es que muchas veces el peor enemigo es uno mismo... pero hasta que uno lo entiende puede dejar de vivir en el infierno que es la guerra.

Hoy yo voy a luchar por ti...

Alphard dijo...

Mmm...Me he encontrado en batallas en las que me he tenido que retirar; obviamente, dependiendo de las batallas en las que lucho. Y no las he tomado como una rendición, ya que, de un modo sigo pendiente, observando, esperando o maniobrando otro movimiento. Termino cambiando los puntos de esa batalla, convirtiéndola en otra, fijando el objetivo.
En fin...dejemos las batallas a un lado, que me tienden a dar dolor de cabeza...xD
Gracias por tu ayuda. Gracias por pasar a un espacio dejado casi en el olvido.

Anónimo dijo...

Jaja, tienes razón. Yo a veces dentro de mis luchas siento deseos de que alguien luche por mí también, pero que luche más allá de promesas vacias y palabras. Más allá de lo que cualquiera puede hacer, más allá de lo que yo misma creo necesitar y desear pero sobre todo más allá de la distancia y el tiempo, por que la vida es un espacio muy corto, pero desafortunadamente aunque much@s puedan intentarlo y lograr eso o más que eso siempre será elección personal el negarse o reconocerlo.

Yo hoy volveré a luchar y lucharé por ti de nuevo.

Alphard dijo...

Batallas y más batallas...con el tiempo, la distancia, y muchas cosas más...batallas...solo...batallas...
No es necesario que luches por mí cada día, eh....de todas maneras, gracias.

Anónimo dijo...

Batallas... mucho más que eso: victorias, satisfacciones, alegrías, compromisos, conquistas, sueños, opciones, metas, deseos.

La batalla se convierte en guerra y aun así lucharé de nuevo, lucharé por ti y por tus sueños.

Alphard dijo...

Cuando me refiero a "solo batallas"...no es que la vida esté compuesta solamente de ellas, sino que son lo que son, batallas. Con sus distintas formas, visto desde angulos diferentes, etc, etc....aún así, no dejan de ser batallas.
Estoy segura que hay alguien luchando por ti, en algún lugar, fuera de esas promesas vacias, distancias y tiempo...no te preocupes...:)....
Aún no entiendo tu lucha, de todas maneras gracias. Pero sería bueno que luches por tus propios sueños.

Anónimo dijo...

Sintiendo tu sonrisa...;)