domingo, 16 de diciembre de 2012

Un día...


 
Me encontraba escuchando esta canción, con la bola de pelo blanco en mis brazos, cuando me percato que otra vez miraba atenta el video. Esos ojitos medio dormidos no dejaban de hacerlo, hasta que de a pocos se fue quedando dormida. Dejándome escuchar sus ronroneos acompasados con la melodía del video. Ahora que la ha despertado la bullarada en la casa, se ha alejado de mí para dejarme escribir.
 
Queda un día para descansar y recuperarme de no sé qué. Por lo menos me siento mejor. Regresaré al trabajo de oficina por una semana más o no sé por cuánto tiempo. Mi contrato vence el fin de este mes, y no tengo idea de si empezará el nuevo proyecto en el cual dicen estaré. Sin embargo, me siento tranquila.
 
No recuerdo mis sueños, últimamente no lo estoy haciendo. Y no sé por qué. Tal vez tengo tantas cosas en las que pensar que al despertar prefieren guardarse en el olvido. Aunque hay un rostro que sé, ha rondado uno de mis sueños. Lo sé porque es lo único que de un modo recuerdo. O de seguro es porque lo suelo tener presente que creo ha sido parte de otro sueño.
Espero que esté siendo feliz, qué sea muy feliz, y qué su corazón se vuelva a enamorar como si fuera la primera vez, otra vez.
 
   
    

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