viernes, 20 de febrero de 2009


Las horas a punto de devorar mi consciencia, los ojos adoloridos por las lágrimas secas de la tarde y los oídos cerca de ayudarme a sufrir un colapso mental. La música...la música, creo que es ella, o será mi corazón que busca los rastros de su presencia en un alma inconsciente...

Esta vez me siento incapaz de atinarle a algo, cansada, cuándo dejaré de estarlo?? Por más que descanse es como si mi cuerpo pidiera más y más. Sé que el trabajo puede resultar la mayor condena cuando se entra a esa etapa en particular y también para otros lo mejor de la vida, pero no dejará de ser en algún momento una rutina cansada de seguir, por eso se bendicen las vacaciones.
En fin, no he pasado por aquí para escribir mis problemas de estrés. Quiero seguirle la línea a lo que está en cursiva arriba, pero me nuble o más bien se cerró la puerta de la inspiración. Si bien el ardor de los ojos me quiere matar y la música me estaba dando lo que quería decidí alejar lo auditivo del sufrir de mis oídos para darle paso al peor de los maltratos en mis ojos. Esta vez creo que sí visitaré al oculista.
Llevo horas buscando la imagen perfecta para esta entrada y no la encuentro ¬¬
Ahora si ya no tengo más que teclear. Son casi la una de la madrugada, suerte que no tengo que levantarme temprano, por que estoy de vacaciones y la rutina se rompió por lo menos en unas semanas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se podrá dejar de escribir sin pensar???...haber si funciona.