Llegó el final. Terminó una de las series estadounidenses que marcó la vida y abrió las puertas de muchas personas en todos los sentidos. Porque no solo le mostró a todos un "mundo" que no difiere exactamente del que tenemos. Se coronó como parte de un ícono para los hombres y mujeres homosexuales, bisexuales y transexuales en el mundo.
Su primera temporada lanzada el 18 de enero del 2004 estuvo llena de controversia, principalmente por la trama que envolvía a sus protagonistas. Levantó un vuelo que gustó y disgustó pero que se quedó y duró seis largos años. Exactamente hasta el 8 de marzo de este año.
La primera vez que me topé con esta serie fue en el año que se estrenó –si no me falla la memoria– en la televisión por cable. Como siempre zapeándome los canales por algo interesante. Aunque mejor diré por casualidades de la vida. Y vaya con lo que me encontré. No recuerdo bien si ya sabía de su existencia por unas amigas del Messenger. Creo que sí. Solo vi ese capítulo, y si me preguntan ¿cuál? Pues tampoco lo recuerdo. Si las escenas más no el número que tiene.
Después de tiempo no volví a verlo hasta el año pasado, ya no en la televisión sino en internet, y principios de éste que lo volví a buscar cuando me enteré que se emitiría la última temporada. No he terminado de ver el fin de la temporada por completo menos todas las que le anteceden, pues como buena zapeadora iba de un capítulo a otro sin respetar las secuencias. Sin ritmo fijo pero entendiendo el estilo. Con esto no quiero decir que no sepa quién terminó con quién.
No sé cuándo me decida a terminar de ver por lo menos la última temporada. Sólo sé que terminó y no diré que me disgustó.
¿Por qué? Verán, demostró y llevó a la pequeña pantalla la vida y lucha a la que se enfrentan muchos hombres y mujeres que aman de una forma "diferente". Esto me lleva a recordar lo que concluyó una buena amiga después de conocer a muchas personas maravillosas en su vida y a la que me uno: es solo amor, no importa la forma en que se presente es solo eso, amor... Y más verdad que esa no puede haber. El amor es lo que nos une y no nos diferencia como seres humanos. Por más aberración que unos pudieran tener, por más miedo que albergue a otros, y por difícil que parezca el aceptarlo, es solo: amor.
Sin diferencia alguna porque, que yo sepa, el amor no tiene género y hay que recordarlo muy bien.
Su primera temporada lanzada el 18 de enero del 2004 estuvo llena de controversia, principalmente por la trama que envolvía a sus protagonistas. Levantó un vuelo que gustó y disgustó pero que se quedó y duró seis largos años. Exactamente hasta el 8 de marzo de este año.
La primera vez que me topé con esta serie fue en el año que se estrenó –si no me falla la memoria– en la televisión por cable. Como siempre zapeándome los canales por algo interesante. Aunque mejor diré por casualidades de la vida. Y vaya con lo que me encontré. No recuerdo bien si ya sabía de su existencia por unas amigas del Messenger. Creo que sí. Solo vi ese capítulo, y si me preguntan ¿cuál? Pues tampoco lo recuerdo. Si las escenas más no el número que tiene.
Después de tiempo no volví a verlo hasta el año pasado, ya no en la televisión sino en internet, y principios de éste que lo volví a buscar cuando me enteré que se emitiría la última temporada. No he terminado de ver el fin de la temporada por completo menos todas las que le anteceden, pues como buena zapeadora iba de un capítulo a otro sin respetar las secuencias. Sin ritmo fijo pero entendiendo el estilo. Con esto no quiero decir que no sepa quién terminó con quién.
No sé cuándo me decida a terminar de ver por lo menos la última temporada. Sólo sé que terminó y no diré que me disgustó.
¿Por qué? Verán, demostró y llevó a la pequeña pantalla la vida y lucha a la que se enfrentan muchos hombres y mujeres que aman de una forma "diferente". Esto me lleva a recordar lo que concluyó una buena amiga después de conocer a muchas personas maravillosas en su vida y a la que me uno: es solo amor, no importa la forma en que se presente es solo eso, amor... Y más verdad que esa no puede haber. El amor es lo que nos une y no nos diferencia como seres humanos. Por más aberración que unos pudieran tener, por más miedo que albergue a otros, y por difícil que parezca el aceptarlo, es solo: amor.
Sin diferencia alguna porque, que yo sepa, el amor no tiene género y hay que recordarlo muy bien.
Nota: aquí les pongo la primera y última parte del especial que hizo la dirección de la serie para su fanaticada, en la que narran el cómo empezó y ahora cierra sus cortinas. Simplemente The L Word, como dicen algunas de sus protagonistas: la “L” de longevidad, la “L” de amor…(este último me parece el más correcto)... Quedará abierto y seguirá vivo en los corazones de sus seguidores. Así que se puede decir: Hasta siempre.
* También si dan clic sobre el nombre, pueden pasar a todo el archivo del especial. Que lo disfruten como yo lo hice. O por lo menos a los que les gusta.