A veces quisiera
haber sido parte de tu historia, no de un fragmento, y menos de uno pequeño que
pudiera contarse como válido. No. Yo quiero todo.
Quiero ser el latido
principal de inspiración a tus textos; deseo ser el primer momento, no el
consuelo, ser el amor eterno, aquel que tus recuerdos retraten como la primera
luz de tus ojos. Quiero ser el principio de tu sonrisa al amanecer, el último
suspiro antes de dormir, y con quien ansíes soñar cada vez que lo haces
despierta porque cuando la noche llega yo ya estoy en ellos.
Quisiera ser todo de
ti. Todo. Sé que pido mucho; soy demasiado exigente, así es mi sentimiento.
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