Escribiendo desde un ambiente nuevo. Cuando llegué aquí e hice lo que tenía que hacer me pregunté cuánto aguantaría todo esto. Para no abstraerme en mi mundo, decidí ojear el librero que se exhibe en la sala y buscar algo para leer. En la pequeña colección pude encontrar un libro que hace mucho llamó mi atención, y que a pesar de estar fijo en mi mente, y aunque siempre lograba clavarse en mis ojos, en alguna feria de libros, nunca lo compraba. Sin embargo me tomaba el tiempo de acariciar la singular portada y leer a raudos uno u otro párrafo de ninguna página en particular. Luego lo devolvía a su lugar y buscaba algún otro libro que llamara también mi atención.
Y ahora aquí, a kilómetros de distancia de esas ferias y librerías. En un apartamento en el que dé a poquitos empiezo a desaislarme. Me vuelvo a encontrar con el título del libro que cada vez que lo leo me alberga de una dulzura y llena de recuerdos que son difíciles de escribir. Mis dedos pasaron por el lomo hasta que lo desprendí del refugio que le ofrecían sus compañeros. Vi los ojos que sobresalían en la portada y principalmente el nombre con letras rojas que inscribía “Los ojos de mi Princesa”
Leí la introducción y todo lo que representaba el libro. Después de leer lo suficiente para que me reencantará, veo la foto del escritor y de la mujer que representa su mundo en la actualidad; y me digo: llegó el momento de empezar, serás mi forma de escape, mi regreso al encierro y mi salto a la libertad.
Hoy a las 12pm lo terminé de leer. Cada escena que viví con los protagonistas me llenaron de alegría y melancolía que me hicieron razonar sobre mi vida, principalmente sobre mis sentimientos.
Quiero ser en tu vida, algo más que un instante, algo más que una sombra y algo más que un afán. Quiero ser en ti misma una huella imborrable y un recuerdo constante y una sola verdad.
Palpitar en tus rezos con temor de abandono. Ser en todo y por todo complemento de ti, una sed infinita de caricias y besos, pero no una costumbre de estar cerca de mí.
Quiero ser en tu vida, una pena de ausencia y un dolor de distancia y una eterna amistad.
Algo más que una imagen y algo más que el ensueño, que venciendo caminos llega, pasa y se va…
Ser el llanto en tus ojos y en tus labios la risa, ser el fin y el principio, la tiniebla y la luz y la tierra y el cielo…y la vida y la muerte.
Ser igual que en mi vida has venido a ser tú…
Martín Galas
(LODMP-CCS: 175)
Este poema llegó a exaltar mis deseos y los más hondos ecos de mi alma, que cada vez que le pongo atención junto al corazón claman el amor que siento por mi propia princesa.
Y si bien no entiende cómo hizo para entrar tan dentro de mí, y aunque las actitudes erradas por la incomprensión nos mantengan separadas, jamás dejará de formar parte de mí vida, de mi alma y corazón; así nunca vuelva a tenerla en un abrazo y otro amor encienda mi cuerpo.
He comprendido que formas parte de mí. Sé que tal vez nunca estarás tangiblemente a mi lado, pero también sé que nunca te irás…
Gracias por existir.
México, 01 de Agosto.